
A pesar de los intentos de Amnistía Internacional, familia y abogados no se pudo evitar que, el día uno de mayo, las autoridades iraníes ejecutaran a Delara Darabi.
Condenada por un delito supuestamente cometido cuando era menor de edad, pasó estos últimos años en la cárcel a la espera de la ejecución. Lo que hace aún más terrible este caso es que parece que fue su novio el autor del asesinato del que se le acusa, ella se autoinculpó para salvarlo.
No es esta la primera vez que Irán hace oídos sordos y se salta a la torera el derecho internacional que prohibe, tajantemente, la ejecución de condenados por delitos cometidos siendo menores de edad.
En esta página Aquí se puede firmar contra estas ejecuciones.




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